La Galería de las Maquinas de 1889 sirve de punto de partida para un enfoque en la arquitectura de los mediados del siglo XIX y los principios del siglo XX. Esto fue una estructura que llevaba a cabo el proceso de humanización de el elemento nuevo industrial del hierro, para ser dado en nuevos usos no antes vistos, y en especial en usos con enfoque en el ambiente del ser humano. Esto se menciona en el articulo claramente, cuando habla de usos del hierro forjado anteriormente desde los 1855 hasta los 1890. Solo se había utilizado como material para los loco motivos y sus vías de tren. Fue luego cuando ya se empezaba a dar uso en los puentes, y otros sistemas de infraestructura humana.
Otro punto en el cual se ve el proceso de humanización de estos materiales es el enfoque en las estéticas. Materiales de construcción anterior a la revolución industrial daban lugar a sus propias estéticas por medio de sus usos y medios limitados de construcción. Para las grandes catedrales góticas, por ejemplo, sus bóvedas y arcos son resultado de tener que confiar casi exclusivamente en el manejo ingenioso de la gravedad para soportarse. Con el hierro forzado, viene un nuevo problema en que el material ya es uno significativamente más fuerte y moldeable, capaz de soportar grandes pesos, presiones y compresiones. Para esto, ahora se tenia que diseñar desde cero, sin tomar en cuenta ninguna forma particular que saliera de la composición del material mismo.
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